Se puede ir a un autolavado o limpiar el automóvil con productos especializados pero, a veces, cabe ahorrarse dinero recurriendo a ciertos trucos que, además, resultan de lo más efectivos a la hora de dejar brillante el vehículo. Aquí van unos cuantos consejos pero, eso sí, hay que tener cuidado al aplicarlos y no confiarse porque no existe la magia a la hora de quitar algunas manchas.
Parece una locura pero es la realidad. El champú es uno de los mejores limpiadores que se puede aplicar a la carrocería de un auto. Es más, los infantiles resultan casi mejores por ser más suaves y cuidadosos con la pintura. Eso sí, atención a las proporciones adecuadas: una cucharadita de champú mezclada con 3 litros de agua y a limpiar.
Para tener una llantas limpias y relucientes, nada como la espuma limpiahornos. Tan fácil como aplicarla por toda la llanta y esperar el tiempo marcado por el fabricante, como si fuera un horno. Al retirarlo, la llanta estará como nueva.
Para limpiar a fondo el interior del coche, en sus zonas plásticas, suele funconar una mezcla con 100 ml de agua a la que se añaden dos cucharadas soperas de vinagre blanco Lo aplicamos con un algodón por el interior, con cuidado y viendo cómo va quedando y que no manche tapicería u otras áreas delicadas del coche.
Otra aplicación posible para la pasta de dientes en el automóvil. En este caso, para dejar los faros impolutos y brillantes, se aplica pasta de dientes sobre los cristales y se van puliendo con un cepillo. Se retira con agua y a alumbrar la carretera con nitidez máxima.