
¿Cómo utilizar los aceites esenciales?
El uso más común de los aceites esenciales es, sin duda, perfumar el ambiente. Llene una lámpara aromática con agua, añada unas gotas de aceite y disfrute del agradable ambiente. Los aceites esenciales también se pueden inhalar desde un recipiente de vapor o empapando una toalla en la infusión aromática, calentándola y poniéndosela después en la cara. Los aceites esenciales también se utilizan en los baños, donde se añaden unas gotas (dependiendo de la intensidad del aceite) al agua a una temperatura de entre 35 y 37 °C. Navegue por la galería para descubrir más usos de los aceites esenciales.
Baños relajantes
Los aceites esenciales también se utilizan en baños, en los que se añaden unas gotas (según la intensidad del aceite) al agua a una temperatura de entre 35 y 37 °C. También se puede añadir aceite de coco, miel o leche para crear un baño relajante. Un baño aromático debe durar entre 20 y 30 minutos.
Aceites esenciales, directamente sobre la piel
Los aceites esenciales pueden utilizarse directamente sobre la piel. Sin embargo, se recomiendan en estado diluido, idealmente mezclados con aguas florales o aceites vegetales. Añadiendo unas gotas de aceite esencial a su aceite vegetal favorito, puede utilizarse, por ejemplo, para un masaje de espalda y cuello. Una forma perfecta de relajarse y aliviar la tensión muscular.